Toda acción política del presidente Zapatero, tiene su reacción proporcional, o quizá desproporcionada en el aumento de la cirujía estética.

lunes, 16 de mayo de 2011

“La deflación aumenta la inflación”



             La crisis ha provocado, siendo culpable de nuestra escasez de dinero, que las compras se frenen, lo que me lleva a pensar en los compradores compulsivos, que habrán caído sumidos en una profunda depresión. De esta forma, con la caída del consumo los  precios han comenzado a descender y la deflación nos amenaza.

La deflación consiste en un descenso generalizado y prolongado del nivel de precios de los bienes y servicios provocada generalmente por el descenso de la demanda. Y la sociedad, ahora a la espera de que los precios bajen más y más retrasa sus compras indefinidamente.

Pues bien, con el ahorro que provoca que nuestras compras se hayan abaratado y con lo que definitivamente se ahorran si retrasan el momento de comprar, la sociedad vuelve a contar con una suma de dinero disponible para gastar en solucionar sus propias preocupaciones. Así, muchas mujeres tienen ahora el dinero suficiente para ocuparse de su propia inflación.

Así, todo el dinero que se han estado ahorrando con la deflación pueden emplearlo ahora, sin dudarlo un segundo, en la inflación de sus pechos. Quizá éstos siempre les habían resultado demasiado pequeños y ahora ven su oportunidad de implantarse en su busto unos bultos tal como balones de fútbol. He aquí, que esta obsesión por el tamaño, convierta la operación de aumento de pechos en la más solicitada en la actualidad.

Claro, que bien es cierto, que en algunas ocasiones ocurre el caso contrario, se someten a operaciones para la reducción de pechos, o las más atrevidas intentan que se le caigan ellos solos, a veces con terribles consecuencias, atentando contra su integridad al saltar desde un helicóptero, como le ha pasado a una concursante de la última edición del programa Supervivientes. Estos serían casos que ilustrarían una deflación mamaria.

             La inflación mamaria conlleva un importante ahorro en gasolina porque como todos sabemos “siempre han tirado más dos tetas que dos carretas…”. Por otra parte, estimula, sin duda, el consumo de prendas de ropa en las que puedan caber las grandes y nuevas inflaciones.

viernes, 29 de abril de 2011

ANTE LA CRISIS…"ALTERNATIVA LOCTITE"


La “alternativa Loctite” quizá debería consistir en utilizar nuestro sentido común y sellar con dicho pegamento las aberturas de nuestras carteras, impidiéndonos así, utilizar, el ahora escaso dinero, en aquello que no nos es realmente necesario. Sin embargo, la mayoría de la gente tiene otras inquietudes muy distintas a ahorrar.

Millones de personas se miran cada mañana ante sus cada vez más reducidos espejos, reducidos porque el dinero no es suficiente para comprar uno grande, y son incapaces de gustarse tal y como son. Esto les lleva a moverse por impulsos gastando sin control en busca de la apariencia deseada.

Quizá este disgusto generalizado con nuestro aspecto esté provocado por todas las campañas publicitarias que nos muestran hombres y mujeres absolutamente perfectos, o quizá sea esta nueva obsesión de la sociedad por encontrarse maravillosamente bien con su apariencia. Aunque observando que cada vez más gente se encuentra ante esta situación, yo me pregunto si no sería posible que fuera cosa de los espejos. Espejos que precisamente por resultar baratos nos impiden vernos con claridad, o quizá espejos tan pequeños que no permiten verse al mismo tiempo la cara entera provocando la posibilidad de encontrar, de repente, un ojo más pequeño que otro o un lunar que no estaba y que probablemente ni siquiera sea un lunar sino una mancha o un pequeño estallido alojado en nuestro cristal.

Pues bien, la gente, aun sin dinero apenas para comer, quiere seguir gastando para cambiar lo que no le agrada de su aspecto y poder preocuparse, una vez solucionado el problema, de encontrarse algún otro defecto que arreglar.  Pero el dinero del que disponen sus carteras, aun con las aberturas sin pegar, aparece cada vez en menor cantidad. ¿Se caerá por algún agujero? ¿Supondría esto otro problema que solucionar con la “alternativa Loctite”?

De las clínicas de cirugía estética, a las trastiendas de algunas peluquerías ha habido solo un paso. Un paso con el que ahorrarse una considerable suma de dinero, ya que en un lugar especializado una liposucción no costaría menos de 3000 €.

De esta forma, ante una crisis cada vez más asfixiante, y con una obsesión acuciante por nuestro físico, la “alternativa Loctite” ha comenzado ya a ponerse en práctica.

Esta alternativa supone una solución casera para arreglar nuestros pequeños problemas, nuestros visibles defectos. Esta alternativa consiste en aplicar pegamento para solucionar el foco de nuestros nuevos y, en ocasiones, irrazonables complejos.

Si tus orejas te avergüenzan porque son de soplillo, aplica sencillamente un poco de Loctite tras ellas y estarán pegadas en un momento, sin necesidad de gastar más dinero que lo que te cueste el bote de pegamento.


Así pues, he optado por denominar “alternativa Loctite” a todas aquellas prácticas baratas y caseras que pueden solucionar nuestros complejos. Un ejemplo que ilustra mi alternativa, sería el mundialmente conocido rumor de que Carmen Sevilla se estira el cuello colocándose un esparadrapo en la nuca.

Una vez compartido este conocimiento acerca de las prácticas de la alternativa, sólo me queda preguntarme: ¿Cuánto tardarán en realizarse liposucciones con pajitas?




Atención: Esta alternativa no ha sido probada con animales. Nadie se hará responsable de los daños ocasionados por el mal uso de la alternativa o por la aplicación de un pegamento de marca blanca.

jueves, 14 de abril de 2011

"La sociedad española cambia el voto por el botox"




¿Cómo conseguir conservar la cara de póquer ante las cada vez más ridículas medidas de Zapatero? La solución es el botox, una toxina capaz de aniquilar directamente tu expresión, convirtiéndote en un rostro impasible…que por otra parte, a veces es precisamente lo mejor.

En un momento en el que una desaceleración acelerada se ha convertido en una crisis que nos ahoga, el gobierno español, tal como un acto de solidaridad, ha pensado en nuestra salud mental y ha decidido promover medidas controvertidas que nos mantengan ocupados, colocándonos a favor o en contra, mientras olvidamos los pagos pendientes de la hipoteca.

Ante esta nueva iniciativa política, la sociedad, cansada de levantarse cada mañana y observar ante el espejo su rostro deprimido, irritado, y sintiendo el miedo en el cuerpo pensando cuantas arrugas más invadirán su expresión cuando el telediario o el periódico vuelvan a mostrarle alguna otra noticia alarmante, alguna nueva medida aberrante, optan por mostrar la misma cara ante la vida. No una cara alegre, simplemente una cara sin expresión.


Con esta decisión tomada, la mejor solución para mantener un semblante impasible es aplicarse botox, incluso en ingentes cantidades. Cuanto más botox, menor es la posibilidad de poder volver a mostrar indignación. De hecho, no hay más que mirar a actrices como Nicole Kidman, ¿es que sabe alguien lo que siente, piensa o padece esa mujer? ¡El botox no le permite mover los músculos de su rostro! Jamás, pues, volverá a sentirse en la encrucijada de tener que poner buena cara a nada que le desagrade…


Y observando a nuestro presidente yo me pregunto: ¿es posible que también él haya caído en la tentación del botox? Quizá éste sea el futuro del engaño político. Si ya lo decía el refrán, al mal tiempo, buena cara…

De hecho, las últimas encuestas realizadas muestran, en España, un descenso en la intención de voto del 20%. Por su parte, la inyección de botox parece haber aumentado en un 25%.

Fuente: Gobierno de España.